El postconfinamiento ha supuesto que pueda volver a leer con normalidad.

Han sido meses extraños, el pánico, la incertidumbre, el ruido sobre la Covid-19…quizá para mí fue demasiado porque durante meses he sido incapaz de leer.

Cada párrafo era un Everest en plena tormenta. Tuve que dejarlo. El baile de las letras me provocaba angustia.

Ahora, por fin, puedo leerme un libro del tirón sin darme cuenta. Alegría.

Reina Roja, de Juan Gómez-Jurado, ha sido uno de esos libros que he abierto estos días. Y no he podido parar.

Antonia Scott y Jon Gutiérrez son dos personas rotas a su manera. Y sus fisuras son los que los hacen especiales para el caso al que se enfrentan. Hay un asesino que están matando a hijos de grandes fortunas. Scott y Gutiérrez son la última esperanza de salvar a la última víctima.

¿Llegaran a tiempo?

Espías, asesinos que paracen locos a priori pero que quizá siguen un patrón (¿o no?), asuntos pendientes que resolver y muchas carreras por Madrid.

Un thriller para entretenerse y pasar un buen rato de angustia este verano.