
Las decisiones que tomamos en la vida, esas que en un momento dado nos resulta insignificantes, son las que pueden llegar a marcar el destino de otras personas. Y el resto de nuestras vidas. Aquí lo tenéis, esta es la base de la historia de El nadador de Joakim Zander.
Como Pérez Gellida, que es un autor que me encanta y al que debo varias reseñas (estoy aún pasando la resaca de todo lo que se bebe en sus libros), Zander nos pone en las manos una trama en la que las cosas del pasado nos definen el presente del protagonista o supuesto protagonista. ¿Es la historia del nadador? ¿Es la historia de Klara? Maravillosa la forma que tiene de mostrar la visión y los pensamientos de ese nadador que paga cada día por algo que pasó hace años. Los capítulos en los que ese nadador que intenta mantenerse a flote en una vida rota tienen una cadencia que te atrapa, suelta cabos que te enganchan hasta el punto de que en medio de la lectura he tenido que parar porque en mi cabeza sonaba una y otra vez «En serio ¿qué hiciste?» . Zander es cruel y no suelta prenda.
Un libro para leer sin respirar, con el gorrito piscinero apretando bien las sienes y las gafas de natación preparadas para sumergirte en una historia que nos habla de cómo a veces nuestras vidas son el resultado de un momento decisivo para otra persona. Es la capacidad para salir a tiempo del agua y coger aire lo que te mantendrá con vida…o lo que te matará.
El nadador, Joakim Zander. Ed Debolsillo 2015