El Emperador ha convocado a los herederos de las Nueve Casas para someterlos a una serie de pruebas, necesita nigromantes para que se sumen a su séquito. Las Nueve Casas han de acudir de forma obligatoria, no hay opción de saltarse este evento.

Gideon está harta de vivir bajo el yugo de la Novena Casa, la custodia de la Tumba Sellada, y en especial de la heredera, la mezquina, retorcida y peligrosa Harrowhark Nonagesimus, así que ha decidido fugarse en el próximo carguero y buscar, aunque sea la muerte, en un lugar menos horrible que en el que le ha tocado vivir su corta existencia.

Harrowhark es la nigromante que reina la Novena Casa en ausencia de sus padres y odia a Gideon con todas sus fuerzas. Aún no sabe ni por qué no la ha matado, pero ganas no le faltan.

Gideon y Harrow se amargan la existencia mutuamente día tras día, no hay otra forma de interrelación entre ambas.

Gideon tiene todo listo para largarse de esa piedra llamado planeta donde solo habitan muertos, Harrow se entretiene con sus dones de nigromante y su poder sobre los huesos de los que ya no son.

Pero el Emperador ha convocado a las Casas, cada heredero ha de acudir con su Caballero. Ante la falta de opciones Gideon es la única opción para la heredera de la Novena Casa, así que no queda otra que acabar con los planes de huida de su ciudadana e invitarla «amablemente» a que acuda con ella a la llamada del Lord Imperecedero. Es la hora de acudir a la Primera Casa.

Ocho casas, nueve herederos (sí, es correcto, es para complicar el asunto) y nueve caballeros son recibidos en el lugar donde se someterán a unas misteriosas pruebas para determinar quién ha de entrar a las órdenes de Nigrolord (sí, amigos, para seguir ese libro hay que hacerse un listado con los variopintos nombres que la autora utiliza para mencionar a los personajes).

La ambición y las rencillas acumuladas a lo largo de los últimos diez mil años marcan el inicio de una competición por demostrar las habilidades de cada heredero. O eso parece al principio, porque pronto empiezan a sucederse las muertes y, para sorpresa de muchos, no parece que los asesinos estén entre la lista de invitados de las Casas.

Un planeta habitado por esqueletos que se mueven a las órdenes de una fuerza que no acaban de comprender, misteriosas llaves que abren puertas a lugares donde aberraciones que ni la loca de Harrowhark es capaz de controlar (y eso es mucho decir para la nigromante de huesos más poderosa que haya existido -o eso dice ella de sí misma-) y que Gideon ni siquiera intenta entender. Pero ambas han de unirse y pactar una tregua de no destrucción mutua mientras intentan evitar que lo que sea que anda por ese palacio en ruinas, acabe con ellas como está haciendo con los participantes de las otras delegaciones.

Gideon La Novena es una obra oscura y absorbente, escrita por Tamsyn Muir, fue ganadora del Premio Locuso 2020 y finalista en los Hugo, Nébula y World Fantasy.

Publicada por Nova, con traducción de David Tejera Expósito, te ofrece 513 páginas de huesos que cobran vida, sangre que es capaza de contar historias y alianzas imposibles que surgen en los lugares más insospechados.