Aviso para puristas: para entrar organizadamente en el Grishaverse de Leigh Bardugo lee  Sombra y Hueso, Asedio y Tormenta y Ruina y Ascenso. No es imprescindible -yo no lo he hecho así- pero si eres de los que necesita todo el contexto para entender a algunos personajes te ayudará.

En Reino de Ladrones -segunda parte de la bilogía que comenzó con Seis de Cuervos, Leigh Bardugo nos lleva de la mano de Kaz, Inej, Jesper, Wylan, Nina y Matthias en un intento por proteger a los Grisha del peor enemigo al que se han enfrentado jamás, la jurda parem y la lucha por el control de su fórmula es demasiado tentador como para que cualquiera con un mínimo de ambición se quede al margen. No hay piedad, todos están jugando sucio esta vez en lo que es una carrera por salvar la vida mientras buscan, todos, a la persona que puede tener la fórmula de la droga que convierte a los grisha en su mejor peor versión (sí, ser los mejores en la peor aplicación de sus poderes).

En Reino de Ladrones Bardugo lanza los dados sobre el tablero que es la ciudad de Ketterdam para que cada personaje muestre lo que es capaz de hacer. En esta ocasión me gusta mucho cómo profundiza en la personalidad de cada personaje (que igual ya lo había hecho en la trilogía que menciono en el primer párrafo y que aún no he leído), Kaz asombrando en cada capítulo por su capacidad de dirigir un circo con veinte pistas, tan bien hilado que cuando sucede algo te quedas con cara de ajá, ahora entiendo por qué hizo aquello tan rato en el capítulo anterior.

Es también el momento para que Inej toque con los dedos su ansiada libertad, para que Jesper pueda redimir sus pecados enfrentándose a quién es en realizad, para que el joven y no tan tonto Wylan demuestre de la pasta que está hecho y para que Nina y Matthias, bueno para que ellos sean tal y como son.

A lo largo de las 602 páginas de la edición de Reino de Ladrones que ha publicado Editorial Hidra, Leigh Bardugo te lleva volando por calles, canales, palacios, cuchitriles, agua y fuego en una aventura en la que todos los personajes deben saldar cuentas con el pasado para poder tener un futuro.

Preciosa en su sordidez, intensa en cada capítulo, merece la pena darle una oportunidad