Dolor, desesperación, rabia, aceptación, sumisión, resistencia, odio, negación, venganza. Jude ha sido desterrada a territorios humanos tras la traición de Cardan. El príncipe cruel al que ella ayudó a convertirse en rey malvado le ha dado la espalda y la ha enviado derechita al lugar al que nunca quiso volver.

Jude, junto a su hermana Vivi sobrevive con sus iguales haciendo recados para los habitantes de Elfhame que también viven aquí. Jude sueña con la venganza, pensamientos de odio y de sangre ocupan su mente… y el dolor por creer que podría ser la reina de un lugar que, ahora ya lo sabe, jamás aceptaría a un humano en el trono.

Ahora, ya lo ve claro, simplemente toleraron de forma divertida las andanzas de la mano en la sombra de esta joven con aspiraciones. Ellos, los habitantes de Elfhame, son prácticamente inmortales desde el punto de vista humano (viven cientos de años, o miles, lo que los convierte an inmortales a casi todos salvo que alguien los mate, cosa que ciertamente suele ser habitual), así que adoran cualquier entretenimiento que aporte interés a sus largas vidas. Ella ha sido solo un acto más en una obra de teatro y de intrigas infinitas.

¿O quizás no?

Cardan, el Rey Malvado se ve amenazado por quienes quieren acabar con una corona que, a ver estamos en un mundo mágino, sólo puede portar un heredero de sangre de la familia para la que fue forjada. Jude puede tener algo que Cardan necesita y Jude puede conseguir la venganza que su alma y corazón roto (aunque ella se niege a reconocerlo) necesitan para acabar con el dolor.

¿Cardan y Jude juntos trabajando por un mismo objetivo? Es posible si quieren sobrevivir.

Con este libro Holly Black continúa la saga «Los habitantes del aire» que comenzó con El príncipe cruel, continuó con El Rey Malvado…y cerró con Cómo el rey de Elfhame aprendió a odiar los cuentos.