La asesina del rey de Adarlan tiene una nueva misión en Wendlyn. El amigo que la traicionó y provocó la muerte de su amiga Nehemia, la ha enviado allí para que pueda encontrar respuestas a por qué la magia no desapareció del todo cuando el rey que se sienta en el Trono de Cristal arrasó con todo.

Celaena Sardothien necesita encontrar respuestas a su poder, ese que no desea tener y mucho menos utilizar. Las respuestas están en manos de una reina antigua que no busca más que el poder y que no está dispuesta a ceder salvo que la heredera de Terrasen se muestre de una vez por todas. Y para esa misión ha enviado a Rowan Whitethorn, un guerrero fae que no sabe lo que significa la palabra compasión.

Los clanes de las brujas se han unido en una alianza bastante precaria teniendo en cuenta que desde que nacen no tienen otro deseo que matar. Pero el Trono de Cristal les ha hecho una oferta que no pueden rechazar.

Criaturas que se pensaban desaparecidas han vuelto y necesitan jinetes que sean tan malvados como ellas. Empieza una alianza oscura que pretende dominar el cielo. Los guivernos han vuelto. Y han encontrado a los jinetes perfectos.

El rey de Adarlan quiere conquistar toda la tierra posible pero en los muros del castillo ha despertado algo prohibido, algo que él mismo arrasó para poder tener a todos bajo su control.

La magia está volviendo a Erilea, ahora queda saber bajo qué bandera luchará.

Tercera entrega de la saga Trono de Cristal Sarah J. Mass editada por Hidra tras Trono de Cristal, Corona de Medianoche y la precuela La espada de la asesina.